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sábado, 29 de octubre de 2011

EL MENSAJE

Tienes, ¡Oh, amado Rey!, muchos detractores en la corte que aseguran que vuestra merced es incapaz de resolver los graves problemas de sus súbditos y que toma decisiones sin medir consecuencias.

Ante terribles acusaciones, nos mantenemos leales a su señoría, tal como el mensajero que -pese a su edad- es una persona de entera confianza.

Le ruego, mi señor, que cuando termine de leer este mensaje tenga la bondad de quemarlo con el fin de no dejar rastro a sus enemigos.

Entonces el rey mandó quemar a su mensajero.
 
Caricatura de Google

martes, 20 de septiembre de 2011

MIS MANOS

Para vivir no necesito
andar por nuevos caminos
ni esperar a los amigos 
en nuevas estaciones.
Tampoco para conocer otros sabores
abasteciendo otra cocina.















Simplemente doy
el valor profundo que tienen
mis manos 
acariciando el papel
con ternura de pluma celeste
cuando escribo el libro de la vida
que siempre está comenzando.

Si es cierto que una divinidad existe
para darme un propósito a mi vida
debe ser -estoy seguro-
tener las manos sueltas,
vigilantes, atentas.


Si tú llegas
mis manos encuentran su mejor destino
y quieren correr o detenerse
en tus luces y penumbras.
Después, cuando el alba se asoma
dichosa y serena,
mis manos se aprestan a cambiar el mundo
que tiene espadas,
yo sólo estas manos humildes
para hacer el pan y cuidar el vino.


Fotografía de Google

miércoles, 24 de agosto de 2011

ESTRELLAS POLVORIENTAS

Los años van pasando
y nuestros párpados cansados
descubren en los espejos irrefutables
esperanzas despedazadas,
iras no contenidas
y lágrimas fugases 
iluminando recuerdos
de tertulias nocturnas 
con aquellos que están lejos
o se han marchado sin vuelta
después de levantar banderas
de polen y piedras
entre las horas oscuras
y los poemas insurgentes.


Pasan los años
y el pecho aún caliente
se pregunta en qué parte
crecieron las semillas esparcidas
por nuestras trémulas manos
ahora sin la cosecha 
de abrazos, pan y palabras.























Sin embargo,
seguimos premunidos
de la porción de aceite
que mantiene florecida nuestras lámparas,
iluminando el cotidiano paso
en este atardecer de cobre y cenizas
y de estrellas polvorientas.

                                Vicente Corrotea A.

Imagen de Google


miércoles, 3 de agosto de 2011

MI PALOMA HERIDA (A mi hija mayor)

Mientras roto y oscuro nos cubre el cielo al mediodía
acá abajo la paloma con dolor contrae
su vientre ensangrentado,
picoteado elevosamente por un ave de rapiña
que dejándole abierta su alforja
cae la semilla de su próxima primavera
al estanque infinito 
de lágrimas silenciosas.
¿Acaso mi paloma no era heredera
de manitas pequeñas al principio
y de cuídate mamá con el tiempo?

Cuatro níveas murallas que lo abarcan todo
tienen atrapada a mi paloma.
No hay canciones
sino órdenes imperiosas.
No hay ternuras
sino un instrumental amenazante.
Tampoco palabras conocidas
sino sílabas galenas
que la alejan de mi patria
a un espacio de silencios
y enigmas que no comprende.

No culpo a ciertos avatares
de dioses olvidados
ni a zodíacos antiguos
ni al viento sur si perdió el camino.
Me dicen que fue el tiuque maldito
que se nutre con el dolor de carnes vencidas
el que se ha atrevido a dañar la dicha
de mi avecita regalona.













 

 



Algo se interrumpe en esta noche
de párpados pesados y vigilantes
que despierta al niño que llevo dentro
haciéndome orar como antes oraba.
Mis lágrimas se acristalan
convirtiéndose en rosario de la infancia
ese que hacía elevarse en los sueños
a mis volantines destrozados
o convertía el invierno en esperanzas
y colores.
Pero hoy mi fe está en la divinidad
que libera
y en mis manos 
que ahora no saben dónde estar, vive
en mi experiencia,
en los ladrillos de cada día,
en los abrazos.

Con mi báculo quebrado
de pastor herido
ahuyentamos al ave oscura
de uñas sanguinarias
hasta encontrar el sendero fresco
de esperanzas
que estuvo como perdido,
y paloma y palomo
vuelvan a volar gallardos
tras nuevos aromas
y palabras,
aunque no puedan 
recolectar el espléndido germen
de asombros y alabanzas
que nos regala la vida.

En la fotografía, mi hija María Valeska y yo.

viernes, 24 de junio de 2011

OTRAS EDADES

    A mi amiga Beatriz de El Blog de Beatriz

Descalzo el tiempo ha ido derramando caminos
en el territorio de mi piel
y mis huesos, solidarios, me expresan reivindicaciones,
anunciándome una edad regulada
por aritméticos protocolos.

Sin embargo,
tengo el tiempo de las rocas
y del vejetal que las acaricias
en el barranco inalcanzable.
Algunas veces he sido feliz, en otras abrumado,
casi siempre sensato
como el quehacer de mi madre
que me llevó en su vientre
durante la estación desnuda,
semillas orantes bajo la tierra
donde el labriego escribió su vida.

Tengo vísperas y cumplimientos,
emociones y asombros,
rupturas y abrazos,
cansancios y batallas,
unas cuantas equivocaciones
y mi desconfianza del azogue
de los espejos ofrecidos.

No me cuentes con años ni horas
pues sólo poseo dos acontecimientos
de los que no he de renunciar:
Cuando una primavera y yo nacimos juntos
y la del alba en que descubrí definitivamente
quién soy,
marcando mi propio destino.

lunes, 13 de junio de 2011

PUÑAL ABANDONADO

Bajo las sombras húmedas
me oxidaré como puñal abandonado
que pudo asesinar y no lo hizo
o hacer justicia a tiempo
a la parsimonia de los jueces.


Como puñal que nadie recoge
de crimen ocurrido
quedaré abandonado en un invierno,
recibiéndome las escamas frescas de la tierra.
Mis versos serán uvas verdes
que no maduraron.











Nunca marché con traidores
tampoco desbordé mi vaso con los amigos
en este otoño largo y delgado
que me convierte en árbol cuyas raíces
siguen buscando la savia espesa
de una verdad aún no conseguida.

jueves, 21 de abril de 2011

ABRAZO A LA TIERRA

A la hora en que las flores cargada de rocío
saludan a la aurora
arrastro mi vientre sobre la tierra de sal
y de aguas cristalinas,
de ciudades apretadas y montañas descubiertas.

      Hace mucho tiempo los emperadores
      quemaron los libros sagrados de la tierra
      y los bosques para construir sus palacios.
      Sus soldados mataron a los sacerdotes
      que anunciaban el paso de las estaciones,
      el caudal de los ríos
      y la palabra de sus dioses.
      Desde entonces la tierra no fue sagrada
      sino sólo los emperadores y reyes
      hijos de martillo de dioses
      voraces del esfuerzo
      del humano hormiguero.













La tierra busca la universal esperma
millones de veces diferentes
para prolongar su vida y la nuestra
pues aún es joven y dulce
que nos preparó un hogar con lento esmero
y lo hemos desbaratado.
Guardaba un ramillete de flores
para sus amados humanos
pero los amados lo arrancan de la selva,
la deshonran quemando sus nardos,
y sus miedos han llegado al espasmo
recorriendo todo su rostro azul y verde.

Le he ofrecido mis quehaceres,
ella acogernos un día hasta convertirnos
en raíces del trigo de miles de caderas danzando.
Y la tierra volverá a ser sagrada.

miércoles, 13 de abril de 2011

FLORES SECAS

Han quedado grabadas
en las oscuras paredes de mis cavernas
breves historias de batallas,
de guarniciones abandonadas,
agotantes de ideales,
banderas descoloridas
en indiferentes veranos.
¿Y los sueños de entonces?
¡Ah, los sueños
quedaron atrapados
en la vieja agenda de soldado
como flores secas olvidadas!









Cuando la tinta sobre el papel de los recuerdos
con su borrosa e inestable letra
va desapareciendo poco a poco,
puedo aguantar las duras
puertas del invierno
o salir al sol que se anuncia
pues sigo siendo guerrero insumiso.
Mientras sigo itinerando,
la copa del otoño
se mece con vientos nuevos
y se asoman estrellas
de otras constelaciones.

viernes, 11 de marzo de 2011

RENOVANDO ABRAZOS

Tu historia y la mía se han unido
nuevamente
en esta hora vespertina
sanando heridas y soledades.
Nuestras manos despiertan raíces
hasta hoy quietas y nunca olvidadas
mientras que enmohecidos recatos
son llevados como hojas por el viento.

Con la devoción del peregrino
que regresa a su patria
busco en tu cuerpo de reina sus misterios
y el recuerdo de tu vientre,
tres veces habitado.
Tu aroma de hembra
brota de mil noches silvestres,
de infinitos seres copulares
cuando huelo tu húmeda vulva,
rosa rosada madurando la espera.
Entonces somos aves migratorias
sobre trémulas nubes
remontándonos a regiones
perpetuando el rito de los siglos
sobre el ancestral calendario.


Nos habitamos mutuamente
con silencios y letanías,
restableciendo caricias guardadas
para tus sombras de sal
y de polen,
entregándonos a la vida
o tal vez a la muerte
-¡qué importa!-
llevándonos a la residencia
de los dioses
hasta que el saludo
de la brisa estival de madrugada
aquieta el delirio lejos de las cenizas.

Tienen más luz las últimas estrellas
y un millón de años más
el sol de cada día.


                                                                 Vicente Corrotea A

martes, 8 de marzo de 2011

NO SEGUIRE CORRIENDO


No seguiré corriendo
pretendiendo que le gano tiempo
a esta vida de empujones.
Déjame ir lentamente
oliendo a las manzanas y raíces
o acreditando
la nobleza canina.

No quiero caminar
detrás de otros
ni estar siempre compartiendo
esperanzas comunes.
Prefiero estar en desacuerdo
con tantas voces que gritan
las mismas consignas.










No quiero seguir corriendo
sino pararme frente al sol
que nos alumbra
y al viento jugando en tus cabellos.