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lunes, 30 de diciembre de 2013

SERÁ UNA MAÑANA

Los años siguen pasando 
unos tras otros
recordándote como la gran sorpresa,
almácigo iluminado por el cielo
en medio de mi anhelante sendero.

Te visitó el duende de las oscuridades,
cuando mujer te hiciste, 
aprisionando tu sueño
de sonreir como madre.
Mi dolor de padre me hizo tu hermano
y juntos verificamos
nuestras propias heridas
de cielos rotos y brumas invernales.


Detrás de las campanas abandonadas
sale el sol nuevamente
y se convierte en harina el trigo molido
para alimentar la esperanza sin tregua
de una vida que llevarás en tu vientre.
Y cuando tu sueño tenga su cumplimiento
oirás el mejor concierto de zorzales
en una mañana desnuda y clara.

Vicente Corrotea A


Fotografía de mi hija María Valeska