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lunes, 30 de diciembre de 2013

SERÁ UNA MAÑANA

Los años siguen pasando 
unos tras otros
recordándote como la gran sorpresa,
almácigo iluminado por el cielo
en medio de mi anhelante sendero.

Te visitó el duende de las oscuridades,
cuando mujer te hiciste, 
aprisionando tu sueño
de sonreir como madre.
Mi dolor de padre me hizo tu hermano
y juntos verificamos
nuestras propias heridas
de cielos rotos y brumas invernales.


Detrás de las campanas abandonadas
sale el sol nuevamente
y se convierte en harina el trigo molido
para alimentar la esperanza sin tregua
de una vida que llevarás en tu vientre.
Y cuando tu sueño tenga su cumplimiento
oirás el mejor concierto de zorzales
en una mañana desnuda y clara.

Vicente Corrotea A


Fotografía de mi hija María Valeska

viernes, 29 de noviembre de 2013

GUITARRA





En su rincón, dormida,
descansa la guitarra,
inadvertida.

Vicente Corrotea A


Fotografía de la colección de Google

lunes, 23 de septiembre de 2013

lunes, 16 de septiembre de 2013

11 DE SETIEMBRE DE 1973

(Sé que cuando haces un poema no tienes que explicar nada. Sólo quiero decirte que éste, el de mas abajo, lo escribí como lo publico, sin mayores búsquedas de palabras, entre llorando y rabioso, entre apretando mis dientes y desahogándome e incapaz de ser mejor, más valiente. Aunque hoy día creo que en esas reuniones clandestinas y humanitarias, en la recitación de poemas que parecían ser mirados por tantos ojos negros y tocados por manos callosas, deben haber brotados pequeñas semillas).

Llevo un vegetal escondido,
patrimonio secreto para los años que siguen
abriendo una vez más la puerta de esta carne rescatada
para la fraternal compañía.

Hace cuarenta años
dos aves de hierro -hawker hunter- interrumpieron nuestros sueños 
destruyendo la casa de los presidentes elegidos,
y al paso de la tropa uniformada y obediente
fueron cayendo sobre el rostro de la tierra
maestros de escuela, obreros y campesinos, periodistas y poetas, niños y mujeres.



Hoy, en la lista onomástica faltan mil nombres
y las rosas rojas de esposas, madres, padres, hermanos, amigos y vecinos
se quedan en las manos arrugadas de tantos inviernos,
esperando saber dónde están los huesos queridos para honrarlos.
Tal vez quedaron en el desierto y se secaron, 
o en la húmeda tierra y la alimentaron,
o en la oscuridad marina espantaron al caballito de mar,
testigo de los sacos que contenían cuerpos humanos.
Horror, temor y silencios desde hace cuarenta años.
La voz oficial sugiere que ya es tiempo de los olvidos
para vivir tranquilos, 
que los recuerdos nos dividen, que en las calles no hay orden,
pero nuestros muertos nos claman para ser desenterrados
bajo un árbol, en un regimiento, 
en algún fundo del sur de Chile.
¿Dónde están nuestras amadas, dónde nuestros amados?
Hace cuarenta años que llevo este carbón encendido
y me va quemando por dentro,
pero que no se convierta en cenizas yo procuro.

Vicente Corrotea A

sábado, 13 de julio de 2013

LAS CAMPANAS



No me gustan las campanas

obligadas por sepelios;

Prefiero aquellas que danzan

invitadas por el viento.

martes, 2 de julio de 2013

BAJO UN PORTICO

Por cientos de calles,
ríos que no saben adonde llegar,
corren hombres y mujeres
apretándose, separándose
en espera del bus
o del metro.
Llueve.
Saludos rápidos
los mismos de ayer
va pasando
la vida.










Un hombre oscuro,
foto antigua y degradada,
se recoge
bajo un pórtico.
Un cartón, 
antes caja con alimentos,
le abriga del frío
y la indiferencia.
¿Quién eres?
¿Cuándo olvidaste el calor
de una estufa hogareña?
¿El alcohol te hizo
peregrino obligado?
Somos ríos
que por las calles
no sabemos adonde llegar
A veces
en un pórtico
como el tuyo
por un rato 
nos guarecemos
y pasamos de largo.

               Foto Colección de Google

sábado, 22 de junio de 2013

INVIERNO

Mi playa antes soleada 
quedó entre nieblas
perdida,



y el muelle,
distante,
desaparecido.


                           Fotografía Colección de Google