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miércoles, 17 de noviembre de 2010

HABIA UNA VEZ UN PUEBLO

Me gustaba mi pueblo de sol limpio
y de ventanas abiertas,
de saludos cordiales
con nombres y apellidos,
con historias a veces compartidas
junto a la brisa vespertina.

Caminaba sus calles
con mi ropa de cien jornadas,
peinado con recta partidura
y luciendo zapatos bien lustrados.















Prefería las mujeres morenas
más gruesas que delgadas,
soñadoras más que eficaces,
los niños juntos a los abuelos
jugando en la plaza
esperando que la bandera blanca
les indicara que ya estaba listo
el pan amasado con chicharrones.

Mi pueblo tenía un útero
que protegía los pequeños sueños
y ambiciones
que fueron siendo reemplazados.
Los niños quisieron ser grandes
y se marcharon -como yo- lejos,
los caminos se hicieron carreteras
desvaneciendo la quietud,
empañando la brisa
mientras que muchos saludos
se convirtieron en cuchillas.

lunes, 4 de octubre de 2010

MI CASA

Era de barro mi casa,
de adobe sólido y robusto
como mis jóvenes certezas
heredadas,
con mis oraciones y ritos
a un dios paternal.

Más tarde
sobrevino el espanto
mi casa se desplazaba
bajo las aguas infinitas
de la estación desnuda
donde los brotes
aún se ocultan
en el subsuelo movedizo.
Las puertas se abrían
y volvían a cerrarse.
Mis poemas y mi dibujos
nutridos de juventud,
y mi eucologio
se retorcían
por las negras calles
junto al estiércol
de antiguos caballos
montados por jinetes
episcopales.









Cuando
el sol fue apareciendo
apenas tibio y luminoso
fui descubriendo mi casa
que conservaba sus cimientos,
algunos recuerdos
y una pelota de trapo
y de confidencias.

Desterrado
de mi patria
sentí la soledad
de las noches
levantando la casa
nuevamente,
ya no de barro
sino de ladrillos
unidos por el cemento
y los delgados
dedos de fierro.
Una buganvilia sube
cubriendo la pared poniente.
Siguen habiendo sombras
y tareas inconclusas
de alfarero.
Mi casa es de miel,
de sal y de barros profundos.
Todo se une
como un universo.
Está
mejor que antes
de conocerte,
con las puertas abiertas
para que veas mi patio.
y conversar de la vida
de los amigos
y de la nuestra.

martes, 13 de julio de 2010

HOY Y CUANDO SEA GRANDE

Alboroto de pájaros en primavera.
Torbellino de sueños y esperanzas.
Danza infatigable de vida. 
Guía de bosques y sus madrigueras.
Leño encendido de purezas.
Viajero de caminos inesperados,
deslumbrado de luna, planetas 
y volantines.
Caballero combatiente de dragones.
Descubridor de estrellas
que obliga a que lo sigan
antes que ellas agonicen.
Hermano de perros
que abraza sin importarle alcurnias
ni cicatrices de antiguas contiendas.
Agenda apretada hasta cuando sea grande.

















Incomodan a veces sus pequeñas razones
a las nuestras de mármol y cenizas.
Ojalá como a él me importara
el agua de la lluvia
que pisa alegre e insumiso
a mis consejos,
mas que el mar que ansío y no toco.


Tengo en mis bodegas
vinos dulces y amargos, 
gritos y silencios,
profesías y complicidades,
abrazos y abandonos
y pequeños poemas
de mi pequeña alma.
Lo mejor de mí 
lo guardo
para mi nieto Renato.

domingo, 4 de julio de 2010

MUJERES

Como tú me he encontrado en la vida con muchas personas, algunas de ellas muy importantes o que han influído muy positivamente en mí no tanto porque me enseñaron ciertos conceptos o novedades, sino más bien porque su experiencia abarcó la mía con respetuosa elegría  hace unas dos décadas. Ellas fueron mujeres que descubrían su ser femenino digno, en una sociedad androcéntrica que casi las negaba.
En esos años -motivado por ellas, las que conocí personalmente y por las otras que conocí sólo por sus escritos- hice un poema que había quedado olvidado dentro de  uno de mis libros. Y quiero presentártelo tal cual está, como un homenaje a aquellas que me enseñaron y me enseñan existencialmente a vivir mejor mi masculinidad comprendiendo y admirando nuestras diferencias.

OTRAS GERMINACIONES

En esta estación de encuentros y despedidas
en que nos reconocemos
siendo aún forasteros,
unas hermanas se detienen y me hablan
de nubes y de truenos,
de alondras y de escorpiones,
rescatándome de la gran carretera
millones de veces transitada,
para deambular por los senderos
de humildes geranios.
Descubro mi cuerpo por el sol alumbrado,
mis vísceras, mis emociones y mis sentidos.

Ellas son mujeres con cuerpo y alma de mujeres
que pertenecen al mundo en sus dolores y placeres,
exigiendo su propia calidad provenida
de la misma arcilla que modelara lo masculino.
Son mujeres que ríen, se enfadan, gritan y rayan
sus consignas en la pared blanca 
del Edificio de las Antiguas Ordenanzas.
Hablan con sus cuerpos desnudos de explicaciones,
de códigos y de mandamientos que regulan
los cielos y los infiernos,
las edades y las luchas, las treguas y las prioridades.
Me enseñan que es más importante el amor
en gestos y palabras, y en mil abrazos liberados
de las mazmorras patriarcales
con sus altares mercantiles donde mueren
la belleza y la esperanza.

 













Hoy casi no bebo
en las antiguas cisternas establecidas
sino en fuentes que brotan del corazón de la tierra.
Hoy es más la miel que la simetría del panal
abriéndose las ventanas
a la grandeza de las cosas sencillas,
a las desconocidas obras que sostienen el mundo.
Se va alejando el guerrero ocioso con su lanza.
Se detendrá algún día la danza del mercado
que impuso sus ritmos y dogmas perversos
y el grito de humanidad anuncie,
por voces de mujeres y también de hombres,
la víspera en que todos seremos hermanos
diferentes e iguales. 

jueves, 10 de junio de 2010

ME GUSTA TU CUERPO

Me gusta contemplar
tu cuerpo desnudo
como a una constelación lejana
que nadie ha descubierto,
no para escudriñar tu pasado
que sólo a tí pertenece
sino algún dolor si lo tuvieses
para remediarlo
o tus sueños con mis sueños
compartirlos.










Me dejas que yo comience
oliendo y rozando

cada esquina de tu plaza
donde corren tus deseos
y emociones,
esos secretos rincones
de tus pies de jazmines,
de tus piernas vigorosas,
de tus senos rivales en caricias,
de tus brazos que abrazan,
de tu vulva palpitante,
selva húmeda y silenciosa,
bondadosa y exigente
de mi nobleza masculina,
que termina vencida,
sin relojes miserables,
en tu pulpa de pétalos de rosas


Dices levantarte
hasta tocar las nubes
aunque sigas tendida en mi lecho
de caballos desbocados
y suicidas,
sintiéndonos niños
creando sus propios juegos
o sabios poseyendo la llave
del universo
y del presente único
sin fronteras,
para morir y seguir viviendo
en cada oficio de hiedra
con su luminosa novedad,
atributo de cada encuentro.

miércoles, 28 de abril de 2010

QUISE

Quise platicar
con nocturna charca por el camino a tu casa
y huyeron las estrellas.


Quise sentir
el viento matutino que viene de tus regiones
y se detuvo silencioso.
 










Quise beber
el rocío sobre mis jazmines aún dormidos
y eran tus lágrimas.

domingo, 7 de marzo de 2010

ASI TE PREFIERO

Mi provisión de leña es suficiente
pasado el mediodía.
El árbol de mi patio
sigue madurando y descansando en las estaciones
mientras guardo en mi ánfora
el vino de la fiesta.

Es que aún vivo
para decirte que te prefiero como eres,
sencilla y obstinada como geranio,
orgullosa como rosa del valle.
Te prefiero sedienta de vida profunda,
desenterrando esperanzas
y, de rodillas, poniendo brotes de futuro
sobre la tierra gastada.
Te prefiero distante deseándote
o cercana como la noche.

No te quiero perfecta
ni bebiendo te verde tres veces al día;
No me importa el tamaño de tus pechos
ni si tus glúteos son de mieses lejanas
o de lisas maderas sureñas,
o si tus manos están callosas
de tanto darle a la vida.













Te quiero porque me aceptas
con este delirio que no aquieto,
con la cicatriz de un amor que se mantiene
en lontananza,
con mis quehaceres y fracasos,
con mis sueños de sombras y estrellas.

Te quiero, en fin, porque no pides más
de lo que mi alforja contiene.

sábado, 20 de febrero de 2010

PREDICCION

¿Para qué predecir 
lo que puede ser
si estoy contigo?






¿Cómo no predecir
si estoy lejano
que volveré mis pasos
a tu guarida?

viernes, 19 de febrero de 2010

MIS VERSOS SON HUELLAS

Son huellas de peregrino mis versos
empecinados en horadar la tierra
en busca de silencio y sabiduría
Son las oscuras pertenencias que arrastra
el vagabundo solitario:
alguna llave de puerta olvidada,
piedras de constelación lejana,
guijarros que lleva a cuestas 
como yo mis versos engendrados,
esos que necesito como el viento a las hierbas
que sacude con ternura
para no sentirse solo.


Mis poemas son trigo de la jornada
aunque escasos deben ser los que hacen pan
con su carne.
Son algas abrazándose
a voces infinitas y cercanas.
Son la tierra caliente que alguien refresca
con manos de aromas silvestres
en la humedad del rito de la vida,
de comunión y asombro,
de sosiego de estrellas sucumbiendo a la aurora,
anuncio de nueva jornada.