
Si el frío de la noche me quema por dentro más me quema mi soledad. Es la hora en que la gente regresa a sus hogares. Soy un vago sin destino, sin la sagrada prisa de los demás. Alguna mañana me he apurado, soñando que todo puede cambiar para mí, poniéndome a caminar más a prisa. Cuando descubro que todo es inútil me echo sobre la tierra y la acaricio porque ella nunca me ha negado.
Haciendo un esfuerzo, me paro y decido ir al negocio de alimentos para mascotas donde hay un aviso que me obseciona, como si tuviera un mensaje en clave.
"Se busca perrito poodle, de pelaje blanco y manchita en su cola. Renguea suavemente. Obedece
al nombre de 'Vagabundo' o simplemente 'Bundo'. Tres niños lo lloran por las noches".
Y lo vuelvo a leer con mi corazón:
"Se busca abuelo perdido por incomprensión de nuestra familia. Tres nietecitos lo esperan cada noche".
Me alejo llorando amargamente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario