Mi corazón es amplio como estas paredes
y como estas paredes está manchado con mensajes
inenteligibles y espesos para muchos de los que pasan de largo,
para otros la necesaria rebeldía
o el cansancio a la orilla del camino.
Si te detienes verás mi corazón que no es de carne ni de madera;
es de cemento y mira de frente a la vida,
casi un muro de lamentos en verano, casi olvidado
en mis inviernos.
Puedes apoyarte, patearme, maldecirme,
puedes encontrar mi sombra que te acoja
o esconder tus penas que trizan tu sonrisa
pero no impidas que el musgo y la hiedra
vayan cubriendo mis dos caras
Qué belleza Vicente, me alegra que te hayas dejado ver en mi blog para así descubrir tu hermoso paraiso.
ResponderBorrarUn abrazo enorme amigo, voy a pasear tranquilamnte por tus lugares...