Alboroto de pájaros en primavera.
Torbellino de sueños y esperanzas.
Danza infatigable de vida.
Guía de bosques y sus madrigueras.
Leño encendido de purezas.
Viajero de caminos inesperados,
deslumbrado de luna, planetas
y volantines.
Caballero combatiente de dragones.
Descubridor de estrellas
que obliga a que lo sigan
antes que ellas agonicen.
Hermano de perros
que abraza sin importarle alcurnias
ni cicatrices de antiguas contiendas.
Agenda apretada hasta cuando sea grande.
Incomodan a veces sus pequeñas razones
a las nuestras de mármol y cenizas.
Ojalá como a él me importara
el agua de la lluvia
que pisa alegre e insumiso
a mis consejos,
mas que el mar que ansío y no toco.
Tengo en mis bodegas
vinos dulces y amargos,
gritos y silencios,
profesías y complicidades,
abrazos y abandonos
y pequeños poemas
de mi pequeña alma.
Lo mejor de mí
lo guardo
para mi nieto Renato.
Precioso poema.
ResponderBorrarMe gustó mucho este verso: "Incomodan a veces sus pequeñas razones
a las nuestras de mármol y cenizas."
Y son tan grandes sus razones, y muchas veces tan frías las nuestras.
Beso.